©Camuflaje: Pedro García Lorente
CASA DE PIEDRA
©Rosa María Ramos Chinea
A la memoria del pintor Armando Reverón
cuyo castillete
aunque barrido por el deslave
nos sigue recordando su pincel de luz
AUTORRETRATO CON MUÑECAS
las mujeres cuando sueñan
heredan el silencio
y la quietud del mar
en su regreso
las mujeres cuando sueñan
son muñecas de tiempo
relojes de sal
sólo yo las contemplo para siempre
les perturbo el pesar
adivino sus voces
las tiemblo
sólo yo les conozco la huída
y las enarbolo eternamente
con pies descalzos
y rojas cabelleras
por eso tanto me miran
sin tratar de convencerme
por eso me arrullan la tristeza
con sus brazos de trapo
por eso me consuelan la noche
sin deberles nada
sin pedirles otra cosa
que sus bocas escarlata
y sus rizos
las mujeres cuando sueñan
se convierten en muñecas
y detienen para siempre
su premura en mis butacas
INDIA HIJA DEL SOL
A Anna Maria Zia
la saqué de la espesura
y le puse grandes los ojos lejos
una punta de luz le situé por la nariz
el pelo de plumas se lo hice suelto
sobre el coleto rebelde
por encima de la noche
le di la boca en rojo
así la cara de la hija del sol vino de día
y en un mundo de pausas y penumbras
todavía no se
quién ampara a quién
JUANITA EN EL PLAYÓN
sentados así sobre las piedras
el mar siempre nos monta la guardia
con silencios que amparan nuestras soledades
poco a poco me distraigo
en un sueño de gaviotas
mientras juanita reza
el rosario de la noche
contando una por una las estrellas
JUANITA
le di la vuelta varias veces
sobre la manta rosa
la puse para arriba la puse para abajo
de este lado así del otro
en la mano izquierda le vi las flores
en la cabeza le estuvo la flor
ay, juanita
la soledad es la vieja gabarra
esta cara que te mira
y te pone azules y rojos
debajo de la noche
dame consuelo en esta hoguera juanita
ven y dame sosiego
LA MUCHACHA DE LA CAYENA
tu boca te digo del color de la cayena
sumo a tu cara los ojos mirando
más allá
de lejos
a pocos trazos te desplazo el pelo marrón
sin darte más consuelo que esta luz
sobre el pecho casto
la cayena es un nudo de deseo
y sólo te complazco la cara redonda
poniéndote rubor y cejas leves
de la cintura al cielo
muchacha
me voy de ti
con cruz
DESNUDO SENTADO
su intención fue silencio mesura
cordura propicia
le dije que sentado
su cuerpo estaría conforme
y así su alma religiosa
se quedó tan quieta como pudo
posó sobre la banca con paciencia de virgen
y por su cuerpo sujeto a la cruz de los dolores
le coroné flores como a un ángel
no supo llorar
no hubo reverencias
apenas entendimos el placer de mirarnos
LA CUEVA
A Ricardo Rosario
las mujeres se miran primero por la cara
el cuerpo después les va despuntando
hojas rosas cayenas y luz
les da en los pechos de gloria eterna
en los muslos de abajo para arriba
las pongo a dormir con los ojos abiertos
les doy de comer un respiro para siempre
desnudo sus vientres y no miro
trenzo no escucho
celebro no huelo
bailo
juanita dice que de día el sol salta
dice que de noche el color del sol
descansa en una cueva
PUNTA BRAVA
este resplandor me ciega
amerita un mirar más leve
a ver cómo se diluye sobre el agua
la hora del estío
de la breve ventana a la costa
sólo me sopla un color
el lienzo se me enciende
y aguantado al paisaje
me destino a toda entrega
sol sosegando el crepúsculo que soy
defíneme esas nubes alcatraz
apúntame al cielo ángel heraldo
anda
escótame la muerte
que me llueve dentro del amor
MACUTO
detrás de ese tallo
se mira apenas el agua
las ramas no dejan decir del cielo
macuto recoge uvas de playa
y me dejo verlo
quedarse lejos
buscando sombras
hay que saber de la luz
lo que la pone a brillar en la espuma
cuánto silencio se ve después del horizonte
UVERO
tantas uvas
encima de la arena
y arriba
allí mismo
la playa
pegándose a la orilla
sonándole la espuma
cómo siento el suelo sin pisarlo
juanita dime
cómo toco el agua sin hacerme sal
PLAYÓN
aquí la playa se ve poquito
pedazo de gris
lo demás mucho blanco echando arena
(de aquí para allá)
con melón y morado
con tanto marrón
las palmeras en la tarde
no salen del suelo
se quedan hacia el cielo
en tallos negros y ramas de azul
aquí es sólo nube y más blanco
dime juanita
cómo saco peces del suelo
qué hago yo para pisar el sol
PUERTO
se destina a la distancia
su designio es humano vaivén
invariablemente dispuesto a la partida
conozco su tiempo lento y lejano
su agua salobre tropezando el muelle
anclaje efímero
fiel desembocadura
qué buque nos conduce al postrero retiro
qué remoto puerto siempre nos aguarda
AMANECER
se recupera la costa de su noche
el sol amarilleando busca orillas
zafarrancho de luz acostumbrado al mar
las piedras alcanzan acomodo
trastocadas de olas por las olas
esta tela me aturde
me destina
y ya la gente casi no se ve
REJA
nunca se demore la luz
haya siempre lumbre bajo el techo
nada nos libre del sol
te lo pedimos señor
que miren cielo las ventanas
y nada nos separe de la casa
sean nuestros para siempre
el mar la arena las piedras
así sea señor
que nunca se ice la reja en nuestra casa
RANCHO
la casa será de piedra
erigida por arte de magia
al alcance del diluvio
con delirio de la mano
elevada de la nada
nunca escombros
©Relámpagos de Agua: Pedro García Lorente
Hermosos y profundos. Un abrazo a los dos.
Extraordinarios poemas, querida Rosa Ramos Chinea. Has sido elegida por los Dioses para dibujar el Mundo Reverón con tu escritura!