Nos confronta con la memoria de nuestras más íntimas vivencias. Acompaña en la queja. Protesta y denuncia. Enfrenta a la muerte y la reta. Resucita. Exorciza demonios. Muestra la oscuridad, devolviéndonos luz. Revela el futuro. Salva. Nos recuerda el punto en el que todos los seres humanos somos lo mismo. Ese latido que nos mantiene vivas y que es, en definitiva, la única verdad que poseemos.
rosa maría ramos
Enhorabuena por este proyecto….se nota el esfuerzo tuyo y de tu administrador web. Un Saludo
Gracias, mi querido José…tu si que eres un administrador de la web de mi amor…
Querida Roxi:
ya sabes que la poesía no es mi fuerte, pero no se que pasa que cuando viene de una mano amiga como la tuya me llega. Yo creo que esto que dice este bello poema (¿es tuyo?), es como te hace sentir la poesía a ti, ¿verdad?. Besitos querida
Amaya, querida:
creo que la poesía, como todas las cosas bellas de esta vida, nos va enamorando a medida que la vamos conociendo…es un ejercicio que puede llegar a estremecernos…me gustaría que esta página sirviera para que quienes amablemente nos visitan hablaran de sus vivencias frente a la poesía…el texto de arriba si es mío, lo escribí mientras caminaba hacia ese planeta de orgonite que se inventó mi pedro…besos…
Con la luz de Madrid que todo lo matiza, te dejo mis saludos y al llegar a casa revisare con calma esto que se ha inventado tu Pedro..besos.
Me ha encantado tu visión del poema y por extensión de la poesía. La poesía tiene que ser esa fuerza interior que actúe ennobleciéndonos, y elevándonos, por encima de las prosaicas fronteras de lo estrictamente racional. Todo ello ha de ir revestido de misterio, un misterio preciso e inherente a la esencia lírica. Si a la poesía le quitamos ese ingrediente de fascinación, la convertimos en prosa…, más o menos hermosa. El enigma de la palabra, su fulgor relampagueante, cierta ambigüedad y el encanto con que nos acercamos a ella, hace que unas deslavazadas palabras, al aderezarlas con sabiduría, se conviertan en poesía. Volveré a visitarte. Saludos.